La psicoterapia psicoanalítica es un enfoque de psicoterapia basado en la teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud. Se centra en el análisis de los pensamientos, sentimientos y deseos inconscientes que pueden estar afectando la vida del paciente. Considerando los aportes de psicoterapeutas posteriores a Freud, en la actualidad la psicoterapia psicoanalítica ha evolucionado en una cuarta generación
La psicoterapia psicoanalítica se realiza en sesiones regulares y suele ser un proceso a corto, mediano como a largo plazo. Dependiento de la problematica del consultante. Durante las sesiones, el terapeuta y el paciente trabajan juntos para explorar y comprender los pensamientos y sentimientos inconscientes que están contribuyendo a los problemas emocionales y psicológicos del paciente.
El terapeuta utiliza un enfoque interpretativo para ayudar al paciente a identificar y comprender los patrones de pensamiento y comportamiento que están afectando su vida. El objetivo de la terapia es ayudar al paciente a alcanzar una mayor autoconciencia y comprensión de sí mismo y a resolver los conflictos psicológicos subyacentes.
Es importante destacar que la psicoterapia psicoanalítica se orienta a generar un insight o un acercamiento a este. Es recomendable hablar con un psicólogo clínico para determinar qué enfoque de psicoterapia es el más adecuado para tus necesidades individuales, ya que existen diversos modelos de psicoterapia en la actualidad.
La psicoterapia es un tratamiento psicológico que se realiza en un ambiente seguro y confidencial con un profesional capacitado, como un psicólogo clínico. La psicoterapia puede ayudarte a abordar una amplia gama de problemas emocionales, conductuales y de relación, y puede ser efectiva en el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y los trastornos de pánico.
Durante la psicoterapia, el terapeuta y el paciente trabajan juntos para explorar y comprender los pensamientos, sentimientos y comportamientos que están contribuyendo a los problemas. El terapeuta puede ayudar al paciente a identificar patrones negativos de pensamiento y comportamiento y a desarrollar nuevas estrategias y habilidades para abordar los problemas. La psicoterapia también puede ayudar al paciente a procesar experiencias pasadas que están afectando su vida actual y a desarrollar una mayor conciencia y comprensión de sí mismo y de las relaciones con los demás.
Existen diferentes enfoques y modalidades de psicoterapia, incluyendo la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal, la terapia psicodinámica y la terapia humanista. El terapeuta puede ayudarte a determinar cuál es el enfoque más adecuado para tus necesidades y objetivos individuales.
En resumen, la psicoterapia es una forma efectiva de tratar una amplia gama de problemas emocionales y de salud mental, y puede ayudarte a mejorar tu bienestar y a lograr una mayor satisfacción en tu vida.
La psicoterapia grupal con psicodrama es un enfoque terapéutico que combina elementos de la terapia grupal y el psicodrama. En un grupo de psicoterapia con psicodrama, los participantes exploran y resuelven sus problemas emocionales y psicológicos a través de la dramatización y la interacción con otros miembros del grupo. El terapeuta actúa como director y guía del proceso, y el grupo es visto como una comunidad de apoyo en la que los miembros pueden compartir sus experiencias y ayudarse mutuamente a superar desafíos psicológicos. Este enfoque terapéutico puede ser efectivo para tratar una amplia gama de problemas, incluidos los trastornos emocionales, los problemas de relación y la falta de autoestima.
ETAPAS DEL PSICODRAMA
Las etapas del psicodrama incluyen:
Warm-up: El terapeuta introduce el tema y prepara a los participantes para la dramatización.
Elegir un protagonista: Un miembro del grupo es elegido como protagonista y explora un problema o desafío personal a través de la dramatización.
Dramatización: La dramatización es una escena que representa el problema o desafío del protagonista. Otros miembros del grupo pueden actuar como personajes secundarios o ayudar a explorar diferentes perspectivas.
Toma de conciencia y resolución: A través de la dramatización, el protagonista puede tener una nueva comprensión de su problema y encontrar una solución.
Sharing y reflexión: Al final de la dramatización, se realiza una discusión en grupo para compartir las lecciones aprendidas y reflexionar sobre el proceso.
Cierre: El terapeuta cierra la sesión y suministra retroalimentación a los participantes.
Es importante tener en cuenta que la estructura del psicodrama puede variar ligeramente dependiendo del enfoque terapéutico y del terapeuta. Sin embargo, estas son las etapas generales de una sesión de psicodrama.
Escuelas de psicología que utilizan el psicodrama:
El Psicodrama Conductual es un enfoque terapéutico que combina técnicas de psicodrama y de terapia conductual. En este enfoque, se utilizan técnicas dramáticas para explorar y resolver problemas conductuales y emocionales. Los pacientes pueden asumir roles y explorar patrones de comportamiento en un ambiente seguro y controlado. Además, el terapeuta utiliza técnicas conductuales para ayudar al paciente a identificar y cambiar comportamientos indeseables. Este enfoque es efectivo en el tratamiento de trastornos emocionales y conductuales, como la ansiedad, la depresión y los trastornos de personalidad.
El Psicodrama Psicoanalítico es un enfoque terapéutico que combina técnicas de psicodrama y de psicoanálisis. En este enfoque, se utilizan técnicas dramáticas para explorar y resolver conflictos psicológicos profundos y patrones de comportamiento. Los pacientes pueden asumir roles y reenactar escenas de su vida para descubrir y comprender sus motivaciones inconscientes. Además, el terapeuta utiliza la interpretación y la exploración de la relación terapéutica para ayudar al paciente a desarrollar una mayor comprensión de sí mismo y de sus conflictos. Este enfoque es efectivo en el tratamiento de trastornos emocionales y psicológicos, como la ansiedad, la depresión y los trastornos de la personalidad.
El Psicodrama Sistémico es un enfoque terapéutico que combina técnicas de psicodrama y de terapia sistémica. En este enfoque, se utilizan técnicas dramáticas para explorar y resolver problemas en el contexto de las relaciones y los sistemas en los que el paciente está involucrado. Los pacientes pueden asumir roles y reenactar escenas para ver cómo sus relaciones y su entorno influyen en sus problemas. Además, el terapeuta utiliza un enfoque sistémico para ayudar al paciente a comprender cómo su comportamiento está interrelacionado con el comportamiento de los demás y con la dinámica del sistema en el que están involucrados. Este enfoque es efectivo en el tratamiento de problemas de relación, como la conflictividad familiar y de pareja, así como en el tratamiento de trastornos emocionales y conductuales.
El Psicodrama Humanista es un enfoque terapéutico que combina técnicas de psicodrama y de terapia humanista. En este enfoque, se utilizan técnicas dramáticas para explorar y resolver problemas emocionales y de desarrollo personal. Los pacientes pueden asumir roles y reeditar escenas para comprender y superar obstáculos emocionales y de autoaceptación. Además, el terapeuta utiliza un enfoque humanista para fomentar la empatía, la comprensión y el desarrollo positivo de la identidad del paciente. Este enfoque se centra en el presente y en el potencial humano, y es efectivo en el tratamiento de problemas de baja autoestima, problemas de relación y trastornos emocionales.
Condiciones y escenarios que dificultan la acción del terapeuta
La terapia: relación entre individuos y subjetividades a través del discurso
Fortes de Lef, J., Et al. (2009). El terapeuta y sus errores. Reflexiones sobre la terapia.
Al respecto mencionan: La terapia constituye una relación entre consulta antes y terapeuta (y las voces de un superior, colegas, comunidades profesionales, sociales, políticas, religiosas, etc.) a partir de una demanda y el suministro de un servicio: la atención y el saber del terapeuta, para lo cual fue entrenado. Aparecen multiplicidad de procesos que buscan atender la demanda terapéutica y que repercuten tanto los consulta antes como en el terapeuta. El terapeuta construye sobre su conocimiento de la teoría y la práctica clínica sus propias experiencias de vida, así como su relación terapéutica con los consulta antes, en la que surge un flujo de conocimiento en diferentes esferas. Es por ello un proceso de co-construcción de conocimiento, de los otros y de sí mismo, en el que los integrantes de ese espacio participan desde sus diferentes posiciones.
Es importante reconocer el saber del terapeuta, quien cuenta con un conocimiento teórico y clínico, basado en años de formación, que pone al servicio de la demanda terapéutica. El que el terapeuta a su oposición -a partir de sus saberes- en la conversación terapéutica no implica una relación de dominio con los consultantes. Más que pretender establecer relaciones igualitarias en el espacio terapéutico, considere importante trabajar construyendo relaciones equivalentes o equitativas, para reconocer diferencias (de saberes, de género, origen étnico, racial, religioso, social) incorporar las a un diálogo respetuoso. Si bien es cierto que igualdad no es sinónimo de equidad, considero que esta última reconoce la presencia de diferencias, que incorporan la diversidad al diálogo, donde el criterio de igualdad puede oscurecer su presencia y significado (…).
El sistema terapéutico se desencadena en una multiplicidad de procesos en los que el terapeuta y consulta antes resuenan, convergen y divergen. No podemos marcar un límite rígido e inflexible entre los mundos del terapeuta y los consultantes: se trata de una compleja interacción de dos mundos y sub mundos, de los consulta antes como sistema y como subsistemas individuales, los mundos en la vida personal y profesional del terapeuta, así como los contextos sociales y políticos que intervienen en el proceso terapéutico. Es importante conocer también su diferencia: lo que separa la vida de cada uno en esta interacción de subjetividades que se da en el proceso terapéutico, incluida la diferencia entre los espacios del terapeuta y los consultantes.
Esta técnica, resulta fácil deslindar la tarea del terapeuta: consiste en imponer un ordalía adecuada al problema de la persona que desea cambiar y, a la vez, más severa que ese problema. Así como un castigo debe adecuarse al crimen que pena, del mismo modo que el requisito principal de una ordalía es que provoque una zozobra igual o mayor que la que ocasiona por el síntoma. Si no lo bastante rigurosa para extinguir el síntoma, casi siempre se puede aumentar su magnitud hasta que lo sea. Por otra parte, conviene que la ordalía beneficia la persona; a todos nos resulta dificultoso hacer algo que nos beneficie, y parece que les cuesta particularmente a quienes demandan terapia. La gimnasia, perfeccionamiento espiritual, la observancia de una dieta saludable, y demás actividades de autosuperación: he ahí otros tantos ejemplos de lo beneficioso para las personas. Éstas ordalías pueden incluir también hacer un sacrificio por otros.
En segundo lugar, la ordalía debe ser algo que la persona puede ejecutar y a lo que no pueda oponer objeciones válidas. En otras palabras, debe ser de tal naturaleza que el terapeuta diga sin reservas: «esto no le dará ninguna de sus normas morales y es algo que usted puede hacer». Por último, un ordalía terapéutica no debe causar daño sujeto, ni en ninguna otra persona.
Dentro de estas características, la ordalía propuesta puede ser tosca, como un instrumento sin filo, o ingeniosa y sutil. Puede, por otra parte, ser estándar, aplicable a diversos problemas, o bien estar cuidadosamente diseñada para una persona o familia en particular, siendo inadecuada en cualquier otro caso. Un ejemplo de ordalía estándar es hacer gimnasia en mitad de la noche cada vez que se haya presentado el síntoma durante el día…
Una última característica: hay casos en que la persona debe pasar reiteradamente por un ordalía para curarse el síntoma; en otros, la simple amenaza de un ordalía basta para curarla. Cuando el terapeuta presentan ordalía como un procedimiento y su cliente lo admite, no es raro que esa persona abandone el síntoma antes de que la ordalía haya llegado a ejecutarse.
Tipos de ordalía
Hay toda una gama de ellos. Aquí podemos enumerar unos pocos e ilustrarlo con ejemplos.
Tarea directa
Cuando el ordalía es una tarea directa, el terapeuta explica claramente el problema y pide que, cada vez que se presente, la persona se someta a determinada ordalía. Durante la entrevista, averiguar qué clase de actividad debería intensificar el cliente para su propio bien, a menudo sin aclarar el propósito es indagación. Una respuesta típica es que esa persona debía practicar más ejercicios físicos. Por consiguiente el terapeuta le ordena que a determinada cantidad de ejercicios cada vez que se presenten síntomas. En muchos casos, lo mejor es hacer practicar en mitad de la noche: se pide el cliente que, al irse a dormir fije la alarma del despertador para las 3 de la mañana; a esa hora deberá levantarse y hacer los ejercicios. Tras esto, volverá dormirse, con lo cual el procedimiento se asemeja a un sueño pesadilla. Los ejercicios deben ser intensos, lo suficiente para que esta persona tenga los músculos doloridos al día siguiente.
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Haley, J. (1984). Terapia de ordalía. Caminos inusuales para modifcar la conducta. Buenos Aires: Amorrortu