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Descubriendo la Ciudad de Piura: Un Viaje entre Cultura, Historia y Naturaleza

Introducción a Piura

La ciudad de Piura, situada en el noroeste del Perú, es una de las más emblemáticas del país debido a su rica historia y diversidad cultural. Fundada en 1532, Piura fue la primera ciudad española establecida en el territorio peruano, lo que la convierte en un punto de referencia en el desarrollo histórico del país. Su ubicación geográfica, en la región costera, le otorga un clima cálido y seco, caracterizado por temperaturas que oscilan entre los 20°C y 30°C, lo que favorece actividades agrícolas y turísticas.

Demográficamente, Piura cuenta con una población aproximada de más de 500,000 habitantes. Esta población está compuesta por una variedad de grupos étnicos que reflejan la rica herencia cultural de la región. Se pueden observar influencias indígenas, españolas y africanas, lo que contribuye a la riqueza cultural que Piura presenta. La convivencia entre estos distintos grupos ha generado una sociedad plural que se manifiesta en las festividades, gastronomía y tradiciones que son características de la ciudad.

La importancia de Piura va más allá de su legado histórico. Su economía se basa principalmente en la agricultura, la pesca y el comercio, lo que la convierte en un motor económico para el norte del Perú. Además, Piura es conocida por su cercanía a hermosos destinos naturales, como las playas de Máncora y la sierra de Huancabamba, que atraen tanto a turistas nacionales como internacionales. La combinación de su historia, geografía y diversidad étnica convierte a Piura en una ciudad única y esencial para comprender el contexto peruano en su totalidad.

Historia de Piura

La ciudad de Piura, fundada en 1532 por el conquistador Francisco Pizarro, se considera la primera ciudad española en el Perú. Esta fundación marcó el inicio de un importante asentamiento colonial en la región, que rápidamente se convirtió en un centro administrativo y comercial clave. Los españoles, al establecer su presencia en Piura, no solo introdujeron su cultura y religión, sino que también implementaron un sistema de gobierno que impulsaría la economía local, basada principalmente en la agricultura y el comercio. Desde sus inicios, Piura ha sido testigo de la fusión de diversas influencias, incluyendo las culturas indígenas que habían habitado la región durante siglos.

A lo largo de su historia, Piura ha enfrentado numerosos desafíos y transformaciones. Durante la época colonial, la ciudad prosperó gracias a su ubicación estratégica, que facilitó el comercio con otras regiones del Perú y más allá. Sin embargo, también sufrió el impacto de desastres naturales, como terremotos y sequías, que afectaron su desarrollo. En el siglo XVIII, Piura se destacó por su producción de productos agrícolas, como el azúcar y el arroz, que generaron riqueza para la región.

Con la llegada del siglo XIX y el proceso de independencia del Perú en 1821, Piura desempeñó un papel relevante. La ciudad se convirtió en un bastión de los movimientos independentistas, donde se llevaron a cabo reuniones y proclamaciones importantes. La resistencia y el deseo de autonomía de sus habitantes reflejaron el espíritu de lucha que caracteriza a la región. A medida que avanzaba el siglo XX, Piura continuó evolucionando, incorporando influencias modernas y adaptándose a los cambios sociopolíticos, mientras mantenía su rica herencia cultural. La historia de Piura es, en esencia, un testimonio de su resiliencia y adaptabilidad a lo largo del tiempo.

Cultura y Tradiciones

La ciudad de Piura, ubicada en el norte del Perú, es un verdadero tesoro cultural que refleja la rica historia y diversidad de su gente. Las tradiciones culturales de Piura, profundamente enraizadas en su contexto, son un testimonio de la fusión entre las influencias indígenas y coloniales. La celebración de festividades, como la famosa Feria de la Marinera, actúa como un punto de encuentro donde tanto locales como visitantes se reúnen para disfrutar de la vibrante música y danza que son parte integral de la identidad piurana.

La marinera, un baile tradicional que simboliza el cortejo, es un aspecto destacado de la cultura local y se ejecuta con gracia en diversas competencias y eventos. Esta danza no solo es un medio de expresión artística, sino que también fortalece los lazos comunitarios y fomenta el orgullo regional. Las festividades que giran en torno a la marinera permiten a los piuranos exhibir su destreza y pasión, al tiempo que comparten con el mundo sus tradiciones.

En el ámbito culinario, la gastronomía piurana es igualmente rica y variada, ofreciendo una mezcla de sabores que encantan a quienes la prueban. Platos emblemáticos como el seco de carne y la causa piurana son representativos de la cultura local y son a menudo preparados durante celebraciones familiares y festividades. La cocina en Piura refleja la conexión con la tierra y el mar, utilizando ingredientes frescos que se obtienen localmente.

A través de todas estas manifestaciones culturales, se evidencia cómo la identidad de Piura se entrelaza con la vida cotidiana de sus habitantes. La música, la danza y la gastronomía no solo son expresiones artísticas, sino también vehículos de transmisión de valores, creencias y tradiciones que continúan definiendo a esta ciudad encantadora. En conclusión, la cultura y tradiciones de Piura no son solo un legado del pasado, sino que viven y respiran en el presente, enriqueciendo el tejido social de la región.

Lugares Icónicos y Atractivos Turísticos

La ciudad de Piura, ubicada en el norte del Perú, es un destino turístico que destaca por su rica herencia cultural, su historia fascinante y su impresionante naturaleza. Uno de los principales atractivos de la ciudad es la Plaza de Armas, que no solo es el corazón del área urbana, sino también un punto de encuentro para los locales y visitantes. Este espacio está rodeado de importantes edificaciones coloniales, lo que permite a los viajeros disfrutar de un ambiente pintoresco.

En este entorno histórico, la Catedral de Piura se erige como un símbolo notable. Esta iglesia, construida en el siglo XVI y restaurada en varias ocasiones, alberga un tesoro artístico y espiritual significativo. Sus bellas fachadas y elaboradas estructuras atraen a numerosos turistas que buscan apreciar la arquitectura de la época colonial. Además, la Catedral es un lugar donde se celebran importantes eventos religiosos, reflejando así la devoción de la comunidad piurana.

El mercado central de Piura representa otro atractivo turístico esencial. Este vibrante espacio no solo permite degustar la cocina local, con especialidades como el seco de carne y la torta de plátano, sino que también ofrece productos típicos de la región. Los visitantes pueden sumergirse en la cultura piurana mientras interactúan con los comerciantes y degustan la variedad de sabores que ofrece esta zona.

La riqueza natural en los alrededores de Piura no se queda atrás. A pocas horas se encuentra la playa de Vichayito, un paraíso para quienes buscan relajarse y disfrutar del mar. Sus aguas cristalinas y arena suave hacen de este lugar un destino ideal para los amantes del sol y los deportes acuáticos. Por otro lado, la reserva de fauna de Cerros de Amotape ofrece una experiencia única para los amante de la naturaleza, al ser hogar de diversas especies endémicas que se pueden observar en su hábitat natural.

Gastronomía Piurana

La gastronomía piurana es un reflejo vibrante de la riqueza cultural y la diversidad de ingredientes que ofrece la región. Esta cocina se caracteriza por su variedad de sabores y su habilidad para resaltar componentes frescos y locales. Uno de los platos emblemáticos de Piura es el famoso seco de carne, preparado con carne de res adobada y cocinada a fuego lento, acompañada de una variedad de especias y hierbas que le otorgan un sabor inigualable. Este plato no solo es un deleite al paladar, sino que también es representación culinaria de la identidad cultural de la zona.

Otro plato que no se puede pasar por alto es el ceviche de mero, que se basa en la frescura del pescado. Este ceviche se prepara con mero, un pez que se encuentra en abundancia en las costas del norte del Perú. Marinado con jugo de limón, cebolla roja y ají, el ceviche de mero es ideal para quienes buscan una experiencia refrescante y auténtica. Además, la combinación de la acidez del limón con el picante del ají realza el sabor del pescado, convirtiéndolo en un favorito tanto para los locales como para los visitantes.

La causa piurana es otro plato representativo que combina puré de papa amarilla con ingredientes como atún o pollo. Este platillo frío, popular en celebraciones y reuniones, destaca por su colorido y creatividad en la presentación. La influencia de la papa amarilla, cultivada en la región, resalta la importancia de los ingredientes locales en la cocina piurana.

Para disfrutar de estas delicias gastronómicas, se recomienda visitar restaurantes como «La Casa de la Causa» o «Cevichería El Rey,» donde no solo se puede degustar la comida típica, sino también experimentar la calidez de la hospitalidad piurana. En conjunto, estos platos y sus preparaciones constituyen un viaje culinario que invita a descubrir la herencia de esta región.

Economía y Desarrollo

La economía de Piura se ha caracterizado por su diversidad, destacando principalmente la agricultura, la pesca y el comercio como pilares fundamentales en su desarrollo. La agricultura en esta región, favorecida por su clima variado y sus tierras fértiles, ha sido históricamente uno de los motores económicos. Productos como el arroz, el maíz, el mango y la limón generan ingresos significativos tanto a nivel local como para la exportación. La producción agrícola no solo proporciona sustento económico a numerosas familias, sino que también contribuye a la seguridad alimentaria de la región.

En segundo lugar, la pesca es otra actividad vital en la economía de Piura. Situada cerca del océano Pacífico, la ciudad se beneficia de su acceso a recursos marinos abundantes, como el mero, la sardina y diversas especies de conchas. La industria pesquera ha permitido la creación de empleos y ha impulsado el desarrollo de empresas de procesamiento y exportación, incrementando así el flujo de ingresos en la región. Asimismo, la pesca sostenible se ha convertido en una prioridad, asegurando que los recursos marinos se mantengan para futuras generaciones.

Finalmente, el comercio ha sido un agente catalizador para el crecimiento económico de Piura. La ciudad se ha consolidado como un centro comercial estratégico, facilitando el intercambio de bienes, tanto a nivel local como regional. Sin embargo, no solo se trata de un intercambio de mercancías, sino también de un nexo para el desarrollo social y económico. Este continuo flujo de actividades económicas ha potenciado la infraestructura local, mejorando las oportunidades de empleo y elevando el estándar de vida de sus habitantes.

La combinación de estas actividades productivas no solo ha transformado el paisaje económico de Piura, sino que también ha influido significativamente en el desarrollo de la ciudad, brindando a sus habitantes una mejor calidad de vida y un futuro más prometedor.

Educación y Cultura en Piura

La educación en Piura desempeña un papel fundamental en el desarrollo social y cultural de la región. El sistema educativo se compone de diversas instituciones, que incluyen universidades, institutos y centros de educación técnica, cada uno contribuyendo significativamente al crecimiento personal y profesional de los ciudadanos. Las universidades más destacadas, como la Universidad de Piura y la Universidad César Vallejo, ofrecen una variedad de carreras que fomentan el pensamiento crítico y la innovación, preparando a los estudiantes para enfrentar los retos del mundo laboral.

Además de la educación superior, los institutos y escuelas técnicas en Piura son cruciales para formar profesionales competentes en campos específicos, impulsando el empleo y fortaleciendo la economía local. Estas instituciones no solo se enfocan en la capacitación académica, sino que también promueven habilidades prácticas que son esenciales en la actualidad. La integración de programas curriculares que fomentan la educación cívica y la responsabilidad social es vital para formar ciudadanos comprometidos con el progreso de la comunidad.

El compromiso de Piura con la cultura se refleja en las numerosas iniciativas y programas que apoyan las artes y la preservación del patrimonio cultural. Diversas organizaciones no gubernamentales, en colaboración con el gobierno local, organizan talleres, exposiciones y festivales donde el arte es el protagonista. Estas actividades no solo enriquecen la vida cultural de la ciudad, sino que también son una vía para que los jóvenes artistas muestren su talento y contribuyan a la identidad cultural de la región.

En resumen, el sistema educativo de Piura se destaca no solo por su enfoque académico, sino también por su contribución a la cultura y sociedad. La educación se presenta como un pilar esencial en la construcción de un futuro prometedor para la región, impulsando tanto el desarrollo humano como la riqueza cultural de Piura.

Vida Nocturna y Ocio

La vida nocturna en Piura es una experiencia vibrante que refleja la rica cultura y diversidad de la región. Con una variedad de opciones que van desde bares acogedores hasta discotecas animadas, los habitantes y visitantes pueden disfrutar de un sinfín de posibilidades para el ocio nocturno. Uno de los lugares más populares es la Plaza de Armas, donde se encuentran varios locales que ofrecen un ambiente animado ideal para compartir con amigos y disfrutar de la música y la gastronomía local.

En el ámbito de los bares, Piura cuenta con locales que ofrecen una amplia selección de bebidas nacionales e internacionales, además de cócteles creativos que resaltan los sabores locales. Las terrazas y rooftops son otra opción muy buscada, proporcionando el escenario perfecto para relajarse mientras se contempla el atardecer y se disfruta de un buen trago. Asimismo, muchos de estos bares organizan eventos temáticos y noches de música en vivo, convirtiéndose en puntos de encuentro para amantes de la cultura musical.

Para aquellos que buscan una experiencia más enérgica, Piura tiene discotecas que ofrecen programación variada, desde salsa y cumbia hasta reggaetón y música electrónica. Estas discotecas no solo son unos de los lugares favoritos para bailar, sino que a menudo albergan a DJs reconocidos y eventos especiales que realzan la oferta de ocio nocturno en la ciudad.

Adicionalmente, la vida nocturna de Piura no se limita únicamente a bailar y beber; hay una rica oferta cultural, incluyendo conciertos y presentaciones teatrales que se llevan a cabo en diferentes espacios a lo largo de la ciudad. Estos eventos permiten a los asistentes disfrutar de la música en vivo, así como de obras que reflejan la identidad cultural de la región, haciendo de una noche en Piura una experiencia integral y memorable.

Conclusiones y Recomendaciones

La ciudad de Piura, ubicada en el noroeste de Perú, se destaca por su riqueza cultural, histórica y natural, lo que la convierte en un destino turístico imperdible. A lo largo de este viaje, hemos explorado diversos aspectos que hacen de Piura un lugar único, incluyendo su vibrante herencia colonial, la amabilidad de sus habitantes y la diversidad de paisajes que la rodean. Desde las impresionantes playas de Mancora hasta las maravillas arqueológicas de las culturas preincaicas, Piura ofrece una gama diversa de experiencias que ningún visitante debería perderse.

Para quienes deseen aprovechar al máximo su visita a Piura, se recomiendan varias actividades fundamentales. Primero, no debe omitirse la visita a la Plaza de Armas, donde se pueden apreciar magníficos ejemplos de arquitectura colonial. Asimismo, una parada en el Museo de la Cultura de Piura proporciona una visión invaluable sobre la historia y el patrimonio cultural local. Las costumbres gastronómicas de la ciudad son otro aspecto que no se puede pasar por alto; probar el famoso seco de chabelo o los ceviches frescos es esencial para entender el sabor de la región.

Además, es aconsejable programar excursiones hacia las reservas naturales cercanas, como la Laguna de los Cóndores y el Parque Nacional Cerros de Amotape, donde los amantes de la naturaleza encontrarán rutas para el senderismo y oportunidades para observar la fauna local. Al planear su viaje a Piura, es recomendable informarse sobre las festividades locales, que ofrecen una inmersión en las tradiciones culturales del lugar. Con un clima cálido y acogedor durante casi todo el año, Piura se presenta como un destino atractivo que, sin duda, enriquecerá la experiencia de cualquier viajero.

Psicoterapia y construcción de la realidad

Dr. Alvaro Silva

Psicologo, Psicoterapeuta y Doctor en psicología, atiende en la ciudad de Piura en formato presencial y virtual. La atención es previa cita.

Psicologo Alvaro Silva

Psicoterapia

Construcción de la Realidad

Paul Watzlawick:

Nosotros, los psicoterapeuta, habitualmente no somos, además, epistemólogos; es decir, no somos expertos en la disciplina teórica que estudia el origen y la naturaleza el conocimiento; las implicaciones y las consecuencias que se derivan de ello son muy importantes, y sin duda van mucho más allá de mi escasa preparación filosófica. No obstante, consideró que en el tema de esta antología de ensayos hay que incorporar al menos algunas consideraciones epistemológicas fundamentales, que determinan la dirección de nuestra ciencia.

Definir la normalidad

Permitidme comenzar con una consideración que puede resultar absolutamente obvia para algunos y casi escandalosamente para otros: a diferencia de las ciencias médicas, nuestra ciencia no posee una definición de normalidad definitiva y universalmente aceptada. Los médicos tienen la suerte de poseer un idea bastante clara y objetivamente verificable de lo que se puede definir como funcionamiento normal de un cuerpo humano. Esto le permite identificar posibles desviaciones de la norma y les autoriza considerarlas como patologías. No hace falta decir que este conocimiento no les hace capaces de curar cualquier desviación; pero presumiblemente pueden establecer la distinción entre la mayoría de las manifestaciones de salud y la enfermedad.

El problema de la salud emotiva o mental de un individuo es una cuestión totalmente diferente. Se trata de una convicción no tanto científica como filosófica, metafísica y hasta, en algunas ocasiones, manifestaciones sugeridas por supersticiones. Llegar a ser conscientes de quienes somos “realmente” exigiría salir fuera de nosotros mismos y vernos obviamente, una empresa que hasta ahora sólo el varón de Münchhausen pudo realizar cuando se salvó asimismo y a su caballo y hundirse en un pantano al quedarse colgado de su propia coleta.

Todos los intentos de la mente humana para estudiarse sí misma plantean el problema de la autoreflexivadad o autorreferencialidad, definible, en síntesis, en su estructura, en el célebre dicho que afirma que la inteligencia es la capacidad mental medida con los del inteligencia.

La locura ha sido considerada a siempre como la desviación de una norma que se consideraba en sí misma la verdad última, definitiva, tan “definitiva” que ponerle en duda era de por sí síntoma de locura o maldad. La era de la ilustración no concluyó una excepción, a no ser por el hecho de que en el lugar de una revelación divina situaba a la misma mente humana que, según se pensaba, tenía propiedades divinas y, por tanto, era definida como déesse raison. Según sus afirmaciones, el universo era gobernado por principios lógicos que la mente humana era capaz de comprender y la voluntad humana de respetar. Permitidme recordar cómo la mitificación de la diosa Razón condujo la ejecución de unas 40,000 personas por medio de la invención ilustrada del doctor Guillottin y al final se volvió contra sí misma con la instauración de otra monarquía tradicional.

Pasado algo más de un siglo, Freud introdujo un concepto de normalidad mucho más pragmático y humano, pues la definió como “la capacidad de trabajar llamar”; parece que la definición que daba demostrada por la vida de una enorme cantidad de personas y de hecho obtuvo un amplio consenso. No obstante, lamentablemente, según sus criterios Hitler habría sido una persona más bien normal porque, como se sabe, trabajaba mucho y amaba al menos a su perro, y también a su amante, Eva Braun. La definición de Freud resulta insuficiente cuando nos encontramos frente a la proverbial excentricidad de personas fuera de lo común.

Éstos problemas pueden haber contribuido al consenso general hacia otra definición de normalidad, a saber, la de adaptación a la realidad. Según este criterio, las personas normales (particularmente los terapeutas) vería la realidad como es realmente, mientras las personas que sufren problemas emotivos o mentales la verían de un modo deforme. Semejante definición implica, sin ninguna excepción, que existe una realidad verdadera accesible a la mente humana, asunto considerado filosóficamente insostenible al menos durante 200 años. Hume, Kant, Schopenhauer y otros filósofos han insistido en el hecho de que de la realidad “verdadera” sólo podemos tener una opinión, un imagen subjetiva, una interpretación arbitraria. Según Kant, por ejemplo la raíz de todo verdor consiste en entender el modo en que nosotros determinamos, catalogamos o deducimos los conceptos como cualidades de las cosas en sí mismas. Shopenhauer, en Sobre la voluntad de la naturaleza (1836), escribió: “Este es el significado de la gran doctrina de Kant: que la teleologia (el estudio de las pruebas de un designio y un fin de la naturaleza) es introducida en la naturaleza por el intelecto, que de esta forma se asombra ante un milagro que ha creado el mismo”

resulta bastante fácil apartar estas opiniones y con desprecio calificándolas como puramente “filosófica” y, por tanto, carentes de utilidad práctica. Sin embargo, cabe encontrar afirmaciones semejantes en los trabajos de los representantes de la que todos consideran las ciencias de la naturaleza por antonomasia: la física teórica. Se dice que en 1926, durante una conversación con Heisenberg sobre el origen de las teorías, Einstein afirmó que es erróneo tratar de fundamentar una teoría sólo sobre observaciones objetivas y que, por contra, la teoría determina lo que podemos observar.

De forma sustancialmente análoga, Schrödinger afirma en su libro Mind and Matter (1958) (mente y materia): “la visión del mundo de cada uno es y sigue siendo siempre un constructor de su mente y no se puede demostrar que tenga ninguna otra existencia”.

Y Heisenberg (1958), escribió sobre el mismo tema:

La realidad de la que hablamos nunca una realidad a priori, sino una realidad conocida y creada por nosotros. Si, en referencia a esta última formulación, se objeta que después de todo, existe un mundo objetivo, independientemente de nosotros y de nuestro pensamiento que funciona o puede funcionar independientemente de nuestra actividad, y que es el que efectivamente entendemos cuando investigamos, hay que refutar esta objeción, tan convincente a primera vista, subrayando que también la expresión “existe” tiene su origen en el lenguaje humano y no puede, por tanto, tener un significado que no esté vinculado a nuestra comprensión. Para nosotros “existe” sólo el mundo en el que la expresión “existe” tiene un significado.

El reputado biocibernético Heinz von Foaster (1974) describe detalladamente la circularidad auto referencial de la mente que se somete sí misma a un “estudio cibernético”:

Ahora poseemos la evidencia de que una descripción (del universo) implica a una persona que lo describe (observa). Lo que ahora necesitamos es la descripción del “escritor” o, en otras palabras, necesitamos una teoría del observador. Dado que sólo cabría calificar como observadores a los organismos vivos, parece que esta tarea corresponde el biólogo. Pero él también es un ser viviente, lo que significa que su teoría no debe dar cuenta sólo de sí mismo sino también del hecho de que está describiendo dicha teoría. Éste es un nuevo estado de cosas en el discurso científico habida cuenta de que, de acuerdo con el tradicional punto de vista que separan observador de su observación, había que evitar atentamente la referencia a este discurso. Esta separación no se hacía en modo alguno por excentricidad o locura, ya que en determinadas circunstancias la inclusión del observador en sus descripciones puede llevar a paradojas como, por ejemplo, la expresión: “soy un mentiroso”

Quizás aún más radical (en el sentido original de “ir a las raíces”) el biólogo chileno Francisco Varela (1975) en su artículo “A Calculus for self-reference”

El punto de partida de este cálculo (…) es el acto distinguir. Con este acto primordial separamos las formas que a nuestros ojos son el mundo mismo. Desde este punto de partida firmamos la primacía del papel del observador, que traza distinciones de le place. Así, la distinciones, que dan origen a nuestro mundo, revelan precisamente esto: la distinciones que trazamos -y esta distinciones se refieren más a la declaración del punto en el que se encuentra el observador que a la intrínseca constitución del mundo, el cual, precisamente por causa de este mecanismo de separación entre observador y observado, parece siempre huidizo -. Al percibir el mundo tal y como lo percibimos, olvidamos lo que hemos hecho para presidirlo como tal; y cuando nos lo recuerdan y recorremos hacia atrás nuestro camino lo que encontramos al final es poco más que un imagen que no refleja nosotros mismos y al mundo. En contra de lo que habitualmente se supone, una descripción sometida a un análisis profundo revela las propiedades del observador. Nosotros, como observadores, no distinguimos a nosotros mismos distinguiendo exactamente lo que en apariencia no son, a saber, el mundo.

Está bien, se podría decir, pero, ¿qué tiene que ver todo esto con nuestra profesión, en las que nos encontramos con modelos de comportamiento rígidos de locura no puede ser negada ni siquiera por un filósofo?

Como respuesta, permitir visitar un extraño episodio sucedido hace más de siete años en la ciudad de Grosseto. Una mujer napolitana, que había viajado hasta Grosseto, tuvo que ser ingresada en el hospital local en estado de agitación esquizofrénica aguda.. Debido a que la sección de psiquiatría no podía cogerla, se decidió enviarla a Nápoles para un tratamiento adecuado. Cuando llegó la ambulancia, los enfermeros entraron en la sala donde la mujer está esperando y le encontraron sentada en una cama, completamente vestida, con su bolso preparado. Pero cuando le invitaron a seguirlos y rompió de nuevo en manifestaciones psicóticas, ofreciendo resistencia física a los enfermeros, negándose a moverse y, sobre todo, comportándose de un modo esquizofrénico. Sólo recurriendo a la fuerza fue posible llevarla a la ambulancia en la que partieron hacia Nápoles.

En cuando salieron de Roma, un coche de la policía hizo parar a la ambulancia y ordenó al conductor que regresara a Grosseto: se había cometido un error aunque, la mujer que está en el ambulancia no era la paciente sino una vecina de Grosseto que había ido al hospital a visitar a un pariente sometido a una pequeña intervención quirúrgica.

¿Habría sido exagerado decir que el error creo (o, como decimos los conductistas radicales, “construyó”) una realidad clínica en la que justamente el comportamiento de aquella mujer, (adaptado a la realidad), venía a ser la prueba clara de su “locura”? Por aquel motivo se había vuelto agresiva, había acusado al personal de tener intenciones hostiles, se comportó de un modo esquizofrénico, etcétera.

Quien estuviera familiarizado con el trabajo del psicólogo David Rosenhan no tuvo que esperar a que tuviera lugar el episodio de Grosseto. 15 años antes Rosenhan había publicado resultados de un destacado estudio, “On being sane in insane places” (1973), en el que él y su grupo demuestran que las personas “normales” no son tout court identificables como sanas de mente y que los hospitales psiquiátricos crean las realidades en cuestión.

Hace aproximadamente un año los medios de comunicación informaron acerca de un episodio especial análogos sucedido en la ciudad brasileña de Sao Paulo. Según las informaciones, había sido necesario levantar la tribuna (muy baja) de la terraza del círculo hípico, desde la que muchos visitantes se habían caído hacia atrás hiriéndose gravemente.. Dado que no se podía sostener que todos los accidentes se habían debido al estado de embriaguez, se sugirió otra explicación, probablemente por parte de un antropólogo: las diferentes culturas determinan normas diversas con respecto a la distancia “correcta” que hay que asumir y mantener durante una conversación cara a cara con otra persona. En las culturas de Europa occidental y de Norteamérica, esta distancia consiste en la proverbial longitud del brazo, en las culturas mediterráneas y la de americanas es bastante más corta. Así pues, si un norteamericano y un brasileño iniciaban una conversación, el norteamericano presumiblemente establecería la distancia que para él la “correcta”, “normal”. El brasileño se sentiría a disgusto por encontrarse demasiado lejos de la otra persona y se acercaría, para establecer la distancia que para él es la “justa”; el norteamericano se echaría hacia atrás; el brasileño se acercaría más, y así sucesivamente hasta que el norteamericano se caería detrás de la tribuna. Por consiguiente, dos diferentes “realidades” habían creado un acontecimiento para el cual, en la clásica visión monocultural del compromiso humano, el diagnóstico de predisposición al accidente e incluso de manifestación de un “instinto de muerte” no sería demasiado imprudente y construiría a su vez una “realidad clínica”.…


Watzlawick P. y Nardone, G. (2014). Terapia breve estratégica. Pasos hacia un cambio de la percepción de la realidad. Buenos Aires: Paidos.

Hipnosis Clínica

Sobre la hipnosis, Roberto Aguado menciona:

La terapia de integración recíproca de tiempo es una terapia de tiempo limitado que utiliza conceptos y fundamentos de las terapia psicoanalítica, cognitivas, estratégicas, sistémica e interpersonales. Es por tanto una terapia integradora o ecléctica, aun con cómo se observará a lo largo de su descripción, tiene elementos propios tanto su fundamentos teóricos como su puesta en práctica clínica.

La terapia interacción recíproca es la terapia dirigida al clínico, si bien sus procedimientos podrían incluirse en protocolo intervención psicopedagógica, familiar o social. Estos últimos procedimientos todavía están en proceso de diseño.

La terapia interacción recíproca induce de forma habitual estados hipnóticos en el paciente. Este estado hipnótico facilitar los cambios terapéuticos, puesto que el paciente está mucho más receptivo y mantiene un vínculo singular. Shor (1962) definió la relación entre el hipnotizado y el hipnotizador como “implicación arcaica)”. Barber (2000) apoda la experiencia de la hipnosis como «insólita» entre la persona que ofrece la sugestión y la que la recibe. Barber culmina: «… la persona que está siendo hipnotizada experimenta un tipo de transferencia. Esto engloba los sentimientos y, hasta cierto punto, los actos de la persona tuvo con quien le cuido en una etapa temprana de su vida. De hecho, puede ser que esa cualidad transferencia al deleite enzimática constituye un factor determinante en la eficacia clínica».

En esa misma línea, en la terapia entrasen recíproca observamos, en el estado hipnótico, un vínculo singular entre el hipnotizado y el inductor a ese estado. Este vínculo singular, implicación arcaica o relación insólita, es fundamental en la psicoterapia. La propia relación que se establece en inducción hipnótica, por sí sola, es terapéutica, sin tener en cuenta los contenidos verbales, cognitivo, emocionales o motivacionales que se traten. Por supuesto, el contenido de psicoterapia de todos estos contenidos tendrán eficacia terapéutica que se ha podido comprobar en multitud de ocasiones en los distintos modelos cognitivos, psicoanalítico, simbólico, interpersonales o estratégicos. Lo adicional de esta tesis se refiere a la existencia de una interacción recíproca entre el paciente del terapeuta difícil de obtener sino se encuentra el paciente en estado hipnótico.

La terapia interacción recíproca se ocupa de lo relacional y de las normas que dirige la interacción del sujeto con el mundo en el aquí y ahora. De esta forma el terapeuta efectivo, aunque esta actividad estará sobre todo determinada por un influjo personal y no sólo por sus intervenciones en la consulta. Así, un terapeuta callado y pasivo puede activar y movilizar resortes del paciente. Utilizar el silencio termina incidiendo en actividades de este. Para que el paciente pueda hablar, el terapeuta tendrá que escuchar, de esta forma el paciente es activo con su habla y el terapeuta es activo con su escucha. El silencio del terapeuta está vinculado al concepto de admiración. La admiración del terapeuta por el paciente no es una posición pasiva del primero. Con ello el terapeuta se aproxima a todos los planos del paciente, toma contacto con parte del sujeto que éste no advierte sí mismo, cambie la tendencia negativa del paciente y cree una nueva dirección en la forma en que el paciente va a observarse todo ello para conseguir que éste también puede admirarse.
Tiene especial interés por la terapia interacción recíproca el complejo emoción -motivación -cognición. Éste nos interesa, sobre todo, en los primeros niveles y análisis del ser humano, donde las componentes nacionales y la lógica formal no han sido estructurados.

Tal como lo definió Greenberg en 1993 : «el procesamiento tácito de alto nivel constituyen la elevada integración personal de lo biológico y vivencial, y actúa como una fuente de información sofisticada acerca de nosotros mismos en relación con el mundo que nos rodea. En este procesamiento a nivel tácito del emocional -motivacional -cognitivo el que gobierna la conciencia»

El cambio terapéutico en la terapia interacción recíproca se elabora a través del vínculo terapeuta -paciente. El terapeuta pende profundizar en los esquemas emocional del paciente empleando y articulando sus propios esquemas emocionales, para así provocar un aprendizaje por un efecto «espejo» con él. Al cambiar en el proceso terapéutico, el propio terapeuta se convierte en una palanca movilizadora del paciente. La articulación de los propios esquemas personales del terapeuta es fundamental para el cambio terapéutico.

Aguado, R. (2005). Manual pràctico de terapia de interacción reciproca. Hipnosis clínica en psicoterapia. Madrid: Sintesis

Lo que espera un paciente en psicoterapia

Un consultante lo que espera es una respuesta, una alternativa o una solución al malestar que le aqueja, a traves de un profesional psicólogo que lo escucha con atención, donde el proceso de terapia se amolda a las necesidades del consultante así como la sinceridad ante su caso.

En la actualidad los consultantes se encuentran ante una expectativa de una intervenciòn de pocas sesiones, lo cual es viable en determinados problemas y en otros se requiere de una intervención tradicional.

La terapia de corta duración va a permitir a los pacientes con problemas psicologicos poder seguir sus actividades cotidianas en un lapso corto de tiempo, lo que implica tambien una menor inversión de tiempo como de dinero.

Un consultante espera un profesional de psicología preparado en psicoterapia. Formado y con solvencia tecnica como teorica.

Una propuesta de intervención en terapia de corto plazo que pueda fluctuar entre 1 sesión a 5 sesiones, que viabilize la intervención en terapia psicológica.

Dr. Alvaro Silva Távara