Sobre la hipnosis, Roberto Aguado menciona:

La terapia de integración recíproca de tiempo es una terapia de tiempo limitado que utiliza conceptos y fundamentos de las terapia psicoanalítica, cognitivas, estratégicas, sistémica e interpersonales. Es por tanto una terapia integradora o ecléctica, aun con cómo se observará a lo largo de su descripción, tiene elementos propios tanto su fundamentos teóricos como su puesta en práctica clínica.

La terapia interacción recíproca es la terapia dirigida al clínico, si bien sus procedimientos podrían incluirse en protocolo intervención psicopedagógica, familiar o social. Estos últimos procedimientos todavía están en proceso de diseño.

La terapia interacción recíproca induce de forma habitual estados hipnóticos en el paciente. Este estado hipnótico facilitar los cambios terapéuticos, puesto que el paciente está mucho más receptivo y mantiene un vínculo singular. Shor (1962) definió la relación entre el hipnotizado y el hipnotizador como “implicación arcaica)”. Barber (2000) apoda la experiencia de la hipnosis como «insólita» entre la persona que ofrece la sugestión y la que la recibe. Barber culmina: «… la persona que está siendo hipnotizada experimenta un tipo de transferencia. Esto engloba los sentimientos y, hasta cierto punto, los actos de la persona tuvo con quien le cuido en una etapa temprana de su vida. De hecho, puede ser que esa cualidad transferencia al deleite enzimática constituye un factor determinante en la eficacia clínica».

En esa misma línea, en la terapia entrasen recíproca observamos, en el estado hipnótico, un vínculo singular entre el hipnotizado y el inductor a ese estado. Este vínculo singular, implicación arcaica o relación insólita, es fundamental en la psicoterapia. La propia relación que se establece en inducción hipnótica, por sí sola, es terapéutica, sin tener en cuenta los contenidos verbales, cognitivo, emocionales o motivacionales que se traten. Por supuesto, el contenido de psicoterapia de todos estos contenidos tendrán eficacia terapéutica que se ha podido comprobar en multitud de ocasiones en los distintos modelos cognitivos, psicoanalítico, simbólico, interpersonales o estratégicos. Lo adicional de esta tesis se refiere a la existencia de una interacción recíproca entre el paciente del terapeuta difícil de obtener sino se encuentra el paciente en estado hipnótico.

La terapia interacción recíproca se ocupa de lo relacional y de las normas que dirige la interacción del sujeto con el mundo en el aquí y ahora. De esta forma el terapeuta efectivo, aunque esta actividad estará sobre todo determinada por un influjo personal y no sólo por sus intervenciones en la consulta. Así, un terapeuta callado y pasivo puede activar y movilizar resortes del paciente. Utilizar el silencio termina incidiendo en actividades de este. Para que el paciente pueda hablar, el terapeuta tendrá que escuchar, de esta forma el paciente es activo con su habla y el terapeuta es activo con su escucha. El silencio del terapeuta está vinculado al concepto de admiración. La admiración del terapeuta por el paciente no es una posición pasiva del primero. Con ello el terapeuta se aproxima a todos los planos del paciente, toma contacto con parte del sujeto que éste no advierte sí mismo, cambie la tendencia negativa del paciente y cree una nueva dirección en la forma en que el paciente va a observarse todo ello para conseguir que éste también puede admirarse.
Tiene especial interés por la terapia interacción recíproca el complejo emoción -motivación -cognición. Éste nos interesa, sobre todo, en los primeros niveles y análisis del ser humano, donde las componentes nacionales y la lógica formal no han sido estructurados.

Tal como lo definió Greenberg en 1993 : «el procesamiento tácito de alto nivel constituyen la elevada integración personal de lo biológico y vivencial, y actúa como una fuente de información sofisticada acerca de nosotros mismos en relación con el mundo que nos rodea. En este procesamiento a nivel tácito del emocional -motivacional -cognitivo el que gobierna la conciencia»

El cambio terapéutico en la terapia interacción recíproca se elabora a través del vínculo terapeuta -paciente. El terapeuta pende profundizar en los esquemas emocional del paciente empleando y articulando sus propios esquemas emocionales, para así provocar un aprendizaje por un efecto «espejo» con él. Al cambiar en el proceso terapéutico, el propio terapeuta se convierte en una palanca movilizadora del paciente. La articulación de los propios esquemas personales del terapeuta es fundamental para el cambio terapéutico.

Aguado, R. (2005). Manual pràctico de terapia de interacción reciproca. Hipnosis clínica en psicoterapia. Madrid: Sintesis